“El Negro”. Nació en Laguna Paiva, ciudad ferrocarrilera santafesina, un 24 de septiembre de 1955. Luego se radica con su familia en Rosario temporalmente, para afincarse luego en forma definitiva en Santa Fe. Allí asiste a la escuela parroquial Santa Teresita y luego a la Escalante. Hizo el secundario en el colegio La Salle y más tarde comenzó con el oficio de transportista como su padre, haciendo la ruta Tucumán-Buenos Aires. Luego se independiza y su progenitor le regala una camioneta para trabajar como repartidor de fideos en una fábrica de Rosario. Sobre él, dice Tere: “Roberto, El Negro, no era de medias tintas. Tenía una mirada política, profunda y militante, de un gran compromiso social, con aptitud para ir a fondo. Para 1973 ya demostraba gran preocupación por los más desprotegidos y comenzó su participación en la Juventud Peronista, en el barrio de Alto Verde. En las reuniones mostraba su carácter hipercrítico, duro, cuestionador, la firmeza del militante que sabe cuál es su rol y cómo debe asumirlo, siempre para adelante. Esa firmeza y dureza no se trasladaba al plano personal donde era un ser tierno, cariñoso, sabía ser amigo de sus amigos, era un fiel compañero”. Los represores lo buscan. Es secuestrado-desaparecido entre julio y agosto de 1977, en Rosario, con 21 años de edad conjuntamente con su mujer María de los Ángeles Castillo. Los cretinos además le roban la camioneta F100 que le había obsequiado su padre y a éste lo tienen preso clandestinamente unos 3 meses para que diga quienes son las amistades y compañeros de militancia de su hijo. Este hombre cautivo, contrae una hepatitis que no le es curada y que se agrava en una cirrosis, que le provocará la muerte más adelante. PRESENTE!